ANECPLA insiste en denunciar graves injerencias en el control de la avispa asiática

• La avispa asiática continúa su implacable y rápida expansión por el territorio español. No sólo en zonas rurales sino también, y cada vez más, en zonas urbanas.

• Esta agresiva especie invasora es una salvaje depredadora de las abejas, suponiendo un gran peligro para el ecosistema, pero también para la salud de animales y personas, a quienes puede llegar a ocasionar la muerte.

• No pocas administraciones públicas están intentando dar solución a este problema de primer orden de espaldas al sector de la gestión de plagas lo que, en opinión de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), constituye un error de base con potenciales nefastas consecuencias.

Madrid, abril 2019.- Procedente del Sudeste de Asia, la avispa asiática, avispa velutina o avispa negra, ha recorrido miles de kilómetros hasta alcanzar el territorio español, donde todo apunta que ha llegado para quedarse. Y conquistarlo. Y es que, con sus apenas tres centímetros de largo, esta especie invasora es considerada ya como uno de los insectos más agresivos de la Península Ibérica, con capacidad para poner en riesgo el ecosistema debido a su condición de voraz asesina de abejas.

Cada avispa asiática puede capturar entre 25-50 abejas al día, a las que mata con un golpe de mandíbula, para después descuartizarlas y llevarlas a su nido para alimentar a sus larvas. Eliminadas las obreras, entra en el panal y acaba con la miel. Su impacto socioeconómico es grave en las zonas melíferas de España y es muy importante su control durante el verano, cuando extermina a las abejas obreras, y en primavera, en que captura a las reinas. Un proceso que afecta directamente a la polinización natural de las plantas: se estima que más de un 60% de la fruta y verdura que se consume actualmente dejaría de producirse al no ser polinizada.

Ante este problema de extrema relevancia, los organismos territoriales competentes están acudiendo a servicios profesionales ajenos al sector. No es infrecuente, sino más bien al contrario, ver a bomberos retirando nidos de esta especie que sobre todo se localiza en zonas de Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, La Rioja, Islas Baleares, País Vasco y últimamente también en la Comunidad Valenciana. Una decisión que desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental no se explican por cuanto que, afirma su directora general, Milagros Fernández de Lezeta, “entendemos que el problema de esta plaga se abordaría de una forma más directa e integral implicando a un sector especializado y que no solo conoce mejor los productos o técnicas a utilizar para la retirada de nidos, sino también la propia biología de la especie y cómo ejecutar medidas de prevención, que en muchos casos pueden llegar a ser mucho más eficaces que las del propio control”. Por no hablar, continúa, “del desaprovechamiento que supone emplear a un colectivo como el de bomberos en tareas para las que no tiene la formación adecuada y a consecuencia de cuyo aumento podrían llegar a desatender otras actuaciones de urgencia”.
Buen ejemplo de esta situación es el País Vasco. Así lo corrobora el representante de ANECPLA en esta Comunidad, Unai Sánchez, quien afirma que “en Bilbao, el segundo tipo de avisos que atienden los bomberos es debido a problemas relacionados con este tipo de avispas”. Desde su posición y conocimiento del sector, Sánchez denuncia “importantes injerencias por parte de determinadas administraciones públicas que están formando ‘con carácter de urgencia’ a profesionales ajenos al ámbito de la sanidad ambiental para aplicar productos químicos que en muchos casos ni siquiera están autorizados”. E insiste: “se está excluyendo a un sector cualificado y especializado como es el de la sanidad ambiental y la gestión de plagas, para formar a la carrera a profesionales de otras actividades que están utilizando además productos inadecuados y no autorizados para el control de la avispa asiática, tales como insecticidas comunes o de uso ganadero”.

Un punto sobre el que la directora general de ANECPLA incide: “se está dejando al margen a todo un colectivo profesional especializado y formado a tal efecto como es el de la sanidad ambiental y el control de plagas y esto puede acarrear serias consecuencias de salud pública”

En el caso de Galicia, por ejemplo, las autoridades gallegas han comenzado a reconsiderar su decisión y están empezando a acudir a las empresas inscritas en el Registro Oficial de Establecimientos de Servicios Biocidas (ROESB), por el momento específicamente en los casos de anidación en edificios. “Al menos es un punto de partida”, reconoce Fernández de Lezeta, “esperamos que sea el primer gesto de una decisión común, que de verdad creemos que sería lo más adecuado para preservar la sanidad ambiental y el bienestar de los ciudadanos”. Y recuerda además que ANECPLA “se ofreció a colaborar con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en calidad de agente capacitado para aportar datos sobre la aparición de esta especie en lugares en los que todavía no hubiera sido detectada”.

La avispa asiática, Vespa velutina

Una especie en expansión

La Vespa velutina, también conocida como avispa asiática, avispón asiático o avispa negra, genera alarma en España. Y no es para menos. Se trata de una especie invasora que se expande rápidamente y que resulta casi imposible de erradicar debido a su capacidad de adaptación. Su principal impacto se produce en los colmenares y en la merma alarmante del número de abejas. Su control implica la utilización de métodos químicos autorizados, indispensables incluso para la retirada segura de los nidos, aplicados por profesionales capacitados y expertos, según ANECPLA.

En 2012, se reportó ya una mortalidad de abejas de la miel del 30% debido a esta avispa, que se alimenta preferentemente de ellas y en menor medida de otros insectos y larvas y de flores y frutos. Según Milagros Fernández de Lezeta, directora general de ANECPLA, “el sector apícola se está viendo afectado de manera muy importante por esta plaga de avispa asiática, llegando a sufrir hasta un 60% de merma en su producción”.

Las medidas de control pasan por la utilización de métodos químicos, que implican inyectar un biocida autorizado en el nido para provocar la muerte de las avispas en su interior, una vez sellado el nido. Las medidas mecánicas complementarias consisten en la retirada de los nidos. ANECPLA, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental, recuerda la importancia de que el uso de estos biocidas se haga por los profesionales de gestión de plagas que poseen capacitación y larga experiencia en su aplicación, que puede implicar riesgos de contaminación o afectar a organismos no objetivo o al medio ambiente.

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