El PP veta la moción de IU para proteger las dunas de El Pinillo a pesar de las amenazas urbanísticas que sufren

“El PP dice que ya están protegidos, a pesar de la imputación del concejal de Urbanismo por no paralizar un club de playa sin licencia”

 

afortunadaEl Grupo Municipal Izquierda Unida Los Verdes Convocatoria por Andalucía (IULV-CA), muestra su “indignación por la negativa de la alcaldesa, Ángeles Muñoz, a incluir en el orden del día del próximo Pleno una propuesta para la protección de las dunas de El Pinillo y la adecuación de la zona como un parque litoral público”.
El candidato de IU a la Alcaldía de Marbella y concejal, Miguel Díaz, censura que “para rechazar la propuesta de protección desde el PP se argumenta que la zona ya está suficientemente protegida en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), una afirmación muy distante de la realidad, ya que estos terrenos están en el ojo del huracán por proyectos tan contrarios a la preservación medioambiental como el helipuerto para el que la alcaldesa llegó a otorgar una concesión a privada que, posteriormente, ha quedado sin efecto tras las denuncias de IU o la construcción de un club de playa sin licencia y salpicado de irregularidades que ha llegado a motivar la imputación del concejal de Urbanismo, Pablo Moro, que declarará mañana ante el juzgado de instrucción número 1 de Marbella por los presuntos delitos de prevaricación y contra la ordenación del territorio”.
Díaz explica que en los suelos comprendidos dentro de la zona catalogada como parque litoral “solo deben consolidarse usos de carácter medioambiental y adecuaciones naturalísticas, proyectos que garanticen el efectivo uso público de estos terrenos, previo Estudio de Impacto Ambiental, por eso desde IU promovemos la consolidación de un gran parque público que sirva como espacio de esparcimiento, atractivo turístico y potenciación de la educación ambiental”.
Sin embargo, desde el PP, además de otorgar una concesión para la construcción de un helipuerto,
mente frustrado, se ha permitido la construcción de un club de playa salpicado de irregularidades por el que Moro tendrá que dar explicaciones ante el juzgado con acusaciones difíciles de rebatir, como las reiteradas peticiones de los servicios de disciplina urbanística para que el concejal firmara decretos de paralización de las obras sin licencia. IU, que ha tenido acceso a buena parte del expediente, ha podido comprobar que se han efectuados muchas peticiones desde el mes de mayo a julio sin que fuesen firmadas por el concejal. Asimismo, se han llegado a producir hasta cuatro decretos de paralización por parte de Disciplina Urbanística, sin que fuesen firmase por parte de Moro hasta el mes de agosto, cuando la obra ya estaba terminada.
De la lectura del expediente se pueden constar también actuaciones permisivas con el proyecto por parte de las delegaciones municipales de Obras e Industria. En definitiva, a pesar de los reiterados incumplimientos de las órdenes de paralización, la práctica conclusión de las obras y la inminencia de la apertura de las instalaciones sin licencia, no se adoptaron ni en este decreto ni en las actuaciones anteriores las medidas necesarias previstas singularmente en el Reglamento de Disciplina Urbanística de Andalucía para velar por el cumplimiento de la legalidad urbanística y el cumplimiento de los principios de legalidad, intervención preventiva, celeridad y eficacia que la informan.
Entre las medidas que no se adoptaron se encuentran: el precinto de las obras, la comunicación a las empresas suministradoras que no se produjo hasta la conclusión de las obras o la imposición de multas coercitivas sucesivas por el incumplimiento de la paralización, las cuales de forma sistemática no fueron firmadas a pesar de estar incluidas en los informes jurídicos, según las notas internas que constan en el expediente y por ello no pudieron cumplir con la función coercitiva , que previstas en el art. 42.6 se deben imponer cada diez días y en cada ocasión por el 10% de las obras ejecutadas.

Por su parte, el concejal-portavoz de IU, Enrique Monterroso, ha apuntado que “este rechazo a la protección de las dunas y la investigación abierta por posibles delitos nos devuelve a la época del GIL, una prueba de que en lugar de la regeneración de la ciudad, Ángeles Muñoz, ha instaurado en Marbella un continuismo en falta de transparencia, democracia y presuntas irregularidades que venimos a denominar neogilismo”.

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