El ‘Programa de Intervención Enfermera Grupal en pacientes con dolor crónico no oncológico’ del Hospital Costa del Sol obtiene el sello de ‘Buenas Prácticas’ del Ministerio de Sanidad

Desde su puesta en marcha se ha evidenciado una mejora en la calidad de vida relacionada con la salud, una mejora en los niveles percibidos de intensidad del dolor y una mejora en la salud emocional y en los niveles de ansiedad y depresión.

El ‘Programa de Intervención Enfermera Grupal en pacientes con dolor crónico no oncológico’ que ha puesto en marcha la Agencia Sanitaria Costa del Sol ha recibido el sello oficial de ‘Buenas Prácticas’ del Sistema Nacional de Salud (SNS) que otorga el Ministerio de Sanidad, según se ha aprobado esta semana en el seno del Consejo Interterritorial de Salud celebrado en Madrid y al que ha asistido la consejera de Salud, Marina Álvarez.

Esta iniciativa forma parte de una de las de seis estrategias de la sanidad pública andaluza que han recibido estas designaciones y que son resultado del proceso evaluador que se ha desarrollado para la convocatoria oficial del programa de Buenas Prácticas de 2017 del Ministerio de Sanidad, que ha recibido 117 iniciativas de las cuales han resultado seleccionadas 40 propuestas, un 34.19% del total.

Andalucía ha presentado un total de 17 iniciativas, lo que supone el 14,5% del total a nivel nacional, con áreas como el abordaje del dolor crónico -en el marco de la Estrategia de la Cronicidad; las actuaciones sanitarias frente a la violencia de género; la cardiopatía isquémica; los cuidados paliativos (pediátricos), la diabetes; las enfer-medades reumáticas y músculo-esqueléticas; y la promoción de la salud y la prevención.

Las experiencias andaluzas seleccionadas finalmente han sido las relacionadas con el dolor crónico (3), la diabetes (1), y la promoción de la salud y prevención (1). La titular de Salud ha expresado el impulso que este reconocimiento supone para seguir avanzando desde el Gobierno andaluz en estas iniciativas innovadoras con las que se contribuye a mejorar la calidad de vida y los resultados en salud de la población y en la que están implicados muchos profesionales.

Este proyecto liderado por la supervisora del bloque quirúrgico, Ángeles Morales, se puso en marcha en el Hospital Costa del Sol en junio de 2014 y se inicia con grupos de terapia educativa desarrolados por el personal de enfermería de la unidad del Dolor. Para ello, se diseñó e implantó un programa con una duración de una sesión inicial individual y seis sesiones grupales con una duración de entre hora y media y dos horas para abordar temas habitualmente poco tratados en el devenir de la atención que reciben estos pacientes, como pueden ser los estilos de vida, recursos para el afrontamiento, hábitos saludables que repercuten en su calidad de vida, etc.

Desde su puesta en marcha se ha evidenciado una mejora en la calidad de vida relacionada con la salud en aquellos pacientes que han participado de la intervención grupal y una mejora en los niveles percibidos de intensidad del dolor, tanto en reposo como en movimiento. Los resultados han mostrado también una mejora en la salud emocional y en los niveles de ansiedad y depresión.

Otro de los hallazgos más relevantes es el mantenimiento del efecto de la in-tervención durante el tiempo de seguimiento que se ha llevado a cabo, incluso mejoran-do los resultados, al haber promocionado habilidades que el paciente es capaz de poner en marcha proactivamente.

Los objetivos del programa de manejo del dolor crónico denominado CALIDO-CR persiguen mejorar la calidad de vida de las personas con este tipo de dolor, mejorar el estado de ánimo, favoreciendo el manejo activo y positivo de la enfermedad; disminuir la percepción de la intensidad de dolor padecido y alcanzar óptimos niveles de satisfac-ción en relación al abordaje multimodal a través de la participación grupal y de apoyo mutuo.

Los principales componentes de este programa consisten en el diálogo terap-éutico, la educación en salud y el aprendizaje entre iguales. El enfoque va mucho más allá de la mera implementación de un conjunto de habilidades que se deben adquirir. En este sentido, se trata de incentivar a los pacientes a cambiar su punto de vista y afrontamiento de su situación actual respecto a su experiencia dolorosa y la repercusión que ésta tiene en su vida. Además, hay que añadir el trabajo de las emociones como una parte integral de la experiencia del dolor y la consecución de la participación activa de su tratamiento.

Este programa está incluido en el documento marco de la política del dolor de la Agencia Sanitaria Costa del Sol donde se recoge que los centros adscritos –Hospital Costa del Sol, Centro de Alta de Especialidades (CARE) de Mijas y Hospital de Alta Resolución (HAR) de Benalmádena- apoyan el derecho del paciente a no sufrir dolor durante su estancia hospitalaria, tras el alta y en eL ámbito extrahospitalario de su atención ambulatoria.

Hasta la fecha se han llevado a cabo unos 18 grupos con los que se trabaja du-rante 6 semanas, un día por cada una de ellas. La media de personas que participan en cada una de estas sesiones es de unas 12 personas.

Se estima que uno de cada seis españoles sufre dolor crónico alcanzando a un 17% de la población y a uno de cada cinco europeos. El dolor incrementa el riesgo de padecer enfermedades psicológicas teniendo además un efecto devastador en muchos aspectos de la vida, ya que no sólo disminuye la calidad de vida al repercutir en su salud física y mental, sino que también tiene efectos adversos en ámbitos relacionados con la vida social y familiar, disminuyendo a su vez la capacidad laboral.

Un abordaje terapéutico centrado exclusivamente en el manejo farmacológico resulta insuficiente para cubrir las necesidades tan complejas de este tipo de paciente, por lo que enfoques multidimensionales en el manejo del dolor crónico son imprescin-dibles debido al papel que juegan las variables psicosociales.

En el ámbito del abordaje del dolor crónico, se han seleccionado otras dos ini-ciativas, además de ésta. La primera de ellas es la desarrollada por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, que cuenta con un sistema de reconocimiento de “Centros contra el dolor crónico”; y la segunda, de la Fundación Progreso y Salud, se trata de un itinerario formativo en abordaje integral del dolor en la práctica clínica de un sistema sanitario público.

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