La construcción de 4 miradores educativos y puntos de interés geológico-minero por un coste no superior a los 50.000 euros pondría en valor este enclave minero que tuvo una destacada importancia en Andalucía y en España en el siglo XIX y la primera parte del siglo XX
La idea está respaldada por asociaciones como Cilniana y el Aula Geológica de Málaga
A principios del S.XIX Marbella se convirtió en un referente nacional en la siderurgia, gracias a la construcción en el municipio de los Altos Hornos de Marbella de la Concepción y El Ángel, consolidando así la llamada “anticipación andaluza” en la producción sidero-metalúrgica, llegando incluso a producir el 75% del hierro colado del país.
Izquierda Unida ha presentado en rueda de prensa un proyecto que tiene como objetivo potenciar el conocimiento del pasado industrial de Marbella y Ojén, y con ello, el de Andalucía y España, al situarse en estas dos localidades una de las propespeccines mineras más destacadas de finales del siglo XIX y cuya actividad se prolongó hasta mediados del siglo XX.
El Grupo de Izquierda Unida en la Diputación Provincial de Málaga, en voz de su portavoz, Guzmán Ahumada, considera “una paradoja que los elementos mineros-industriales de Marbella y Ojén de los siglos XVIII y XIX, que potenciaron de forma vanguardista el desarrollo de esta comarca y de nuestra provincia, en todo el ámbito nacional e internacional, hayan sido repudiados y olvidados por unas administraciones indolentes. Incluso el espacio que ocupaban se ha convertido en un vertedero incontrolado”.
“Desde Izquierda Unida no podemos permitir que la administración olvide este pasado y para ello vamos a solicitar en el pleno de la Diputación que se ponga en valor este enclave excepcional de la historia de Málaga y que incluya la Mina del Peñoncillo en la Gran Senda”, ha señalado Ahumada.
El proyecto que presenta Izquierda Unida, y que supondría un coste aproximado de 50.000 euros dentro del monto total de 300.000 anuales que tiene la Gran Senda de Málaga, sería la construcción de 4 miradores y sendos puntos geológicos de interés que permitieran interpretar el entorno y dar una visión completa del pasado minero de Marbella y Ojén.
“Además, este enclave podría suponer un paso adelante en la búsqueda de otro nicho de turismo que permita romper la estacioanalidad, asociado a la sostenibilidad y el contacto con la historia y la naturaleza”, ha apuntado Ahumanda.
“Con esta propuesta se persigue la puesta en valor y divulgación científica de la mina, de sus valores geológicos, mineros e histórico-industriales. Se pretende también la creación de un centro de interpretación geológico-minero de recuperación minera, de referencia y único en Andalucía, para su futura integración en “Geosites” en coordinación con la SEDPYGM (Sociedad Española para la Defensa Patrimonio Geológico-Minero)”, subraya Ahumada.
Por su parte, el concejal-portavoz del Grupo Municipal de Izquierda Unida, Miguel Díaz, señala que “en el Municipio de Marbella esta rica actividad minero-industrial permanece apartada y muchos de sus vestigios, como altos hornos, acueductos, galerías, lavaderos, canales o trazas de ferrocarriles ligados a la minería y a la explotación de estos recursos naturales siguen esperando un gesto de las administraciones para su aprovechamiento patrimonial o turístico”.
La mina de El Peñoncillo, situada a unos cuatro kilómetros al noreste de Marbella, que ocupa suelos tanto de Marbella como de Ojén, constituyó la fuente de materia prima de las fundiciones del río Verde y de Málaga. Unas instalaciones que datan de principios del siglo XIX, cuando Manuel Agustín Heredia funda la sociedad la Concepción en 1826.
Díaz observa que “actualmente todas las instalaciones vinculadas a la extracción, tratamiento y trasporte de esta mina están parcialmente sepultadas por una planta de hormigón y por un vertedero de escombros que ocupa la zona central de la mineralización. Solo se conservan en muy malas condiciones las oficinas de las minas y restos de un lavadero, habiendo desaparecido el ferrocarril minero y todos sus elementos”.
“Esta actividad industrial generó también gravísimos impactos ambientales al bosque y matorral mediterráneo de Sierra Blanca y sierras vecinas, dada la utilización de su masa vegetal como combustible en los altos hornos, una deuda pendiente con Sierra Blanca que ni Ojén ni Marbella han saldado todavía”, recuerda Díaz.
A finales del S.XIX la decadencia de la fundición llevó a un período de actividad extractiva, explotado primero por compañías inglesas y finalmente nacionales, actividad que también desapareció a principios del siglo XX, dejando iconos visibles en la ciudad, como la conocida torre de El Cable y algunos restos de almacenes.
Las parcelas donde se propone la instalación de estos miradores son terrenos públicos pertenecientes al Ayuntamiento de Marbella y al de Ojén.
Javier Soto, en representación de la Asociación Cilniana, señala la importancia “de primer orden” que tuvo la Mina del Peñoncillo en la industria siderometalúrgica de Andalucía y España, y fulmina el mito de Marbella como “un pueblo de pescadores, cuando siempre ha sido industrial”.