Derechos Sociales respalda la labor de la Asociación ‘La Sonrisa de un Niño’ en la celebración de una jornada de ocio

Marbella, 23 de julio de 2018.- La concejala de Derechos Sociales, Isabel Cintado, respaldó la labor que desarrolla la Asociación ‘La Sonrisa de un Niño’ en una jornada de ocio que se celebró ayer en Marbella, y en la que la edil acompañó a la presidenta del colectivo, Estebina Martos. Según recordó la Cintado, esta asociación lleva más de 20 años promoviendo la acogida de niños bielorrusos que viven en zonas afectadas por la catástrofe nuclear de Chernóbil de 1986 para estancias terapeúticas en la provincia. Los pequeños que son acogidos, además de residir en zonas expuestas a las radiaciones, provienen de familias con escasos recursos de áreas rurales.

Así, el pasado 28 de junio llegaron 18 niños bielorrusos, con edades comprendidas entre los 7 y 16 años, que pasarán 50 días alojados en casas de familias de la provincia. Además de actividades de ocio, también realizarán revisiones dentales y de vista. Este año se incorporan tres nuevas familias de acogida, que deben afrontar un gasto mínimo de 650 euros, sólo para sufragar la tramitación de visados, viaje y monitora, además de los gastos de manutención diarios.

A través del programa ‘La Sonrisa de un Niño’ se pretende que estos pequeños disfruten de unos días de vacaciones y de actividades relacionadas con el ocio y la cultura, a la vez que se busca poner a disposición de los menores servicios médicos a los que no tienen accesos en su país de origen.

La presidenta y socias de este colectivo resaltaron que, gracias a esta estancia, los niños mejoran sensiblemente su salud, al reducir sus niveles de contaminación, sanear sus organismos y fortalecer su sistema inmunitario. En este sentido, subrayaran que hay estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que señalan que en estos dos meses su esperanza de vida puede prolongarse entre 12 y 18 meses más. Hay que recordar que, pese a que no están enfermos en sí, la radioactividad que permanece en esa zona desde el accidente de la central nuclear en 1986 todavía produce secuelas entre la población.

Durante la jornada de ayer, la asociación quiso también agradecer la colaboración y solidaridad del restaurante La Venta Los Pacos, en el que tuvo lugar la jornada de ocio.

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